Enero del 2009 en el "México mágico"

Terminaron las fiestas. El 2009 comenzó con noticias bastante desalentadoras en nuestro país: un plan económico de la federación para resistir la crisis que ya nos cayó encima; el anuncio de la estrategia que el gobierno del Distrito Federal piensa poner en marcha para coadyuvar a la inminente escasez de agua potable en la Capital de la República Mexicana; nuevos feminicidios en Ciudad Juárez; las primeras muestras de violencia atribuidas al narcotráfico y delitos cometidos por delincuentes comunes cada vez más salvajes. En fin, toda una miríada de eventos que lamentar y que terminan con el optimismo del más valiente. Pero como los mexicanos no somos personas simples ni nos distingue el pesimismo, el panorama noticioso de estos primeros días no deja de estar salpicado con sucesos y declaraciones curiosas, cuando no francamente hilarantes. ¿Qué me dice del sujeto que fue rescatado de la jaula de los tigres en el Zoológico de Chapultepec, luego de que por tomar una foto “más de cerca” a los felinos, tuvo a bien pararse sobre el muro de contención del que cayó directo a las garras de los silvestres animalitos? Por supuesto, el joven salvó la vida luego de que veterinarios y personal de protección civil lograron sacarlo de ahí para que lo atendieran de heridas que no comprometían su vida en el hospital más cercano. Luego, evidentemente, se hizo necesario descartar que el sujeto estuviera bajo los influjos del alcohol o de otro tipo de droga y que no padeciera algún trastorno mental. ¿Quién podía creer que en su sano juicio hiciera algo así? Pues sí, lo hizo así, sin más y, bueno, como corrió con suerte, ahora podemos comentar divertidos lo acontecido. A los capitalinos se nos anunció también, con extrema seriedad por cierto, que las aceras de la Ciudad de México han sido invadidas por gomas de mascar que los transeúntes arrojan luego de haberlas consumido. El dato es en realidad alarmante (un promedio de setenta chicles usados por cuadra recorrida no parece ser cualquier cosa). Por lo pronto, la situación ha hecho que el gobierno local adquiriera máquinas de limpieza alemanas (con tecnología de punta que utiliza vapor y químicos especiales para disolver la golosina, se nos informa) para lustrar las calles del recién restaurado Centro Histórico. Hasta aquí la noticia es al menos inusual, pero adquiere tintes verdaderamente cómicos cuando se lee en las notas que han salido al respecto, que el funcionario al que se entrevistó declaró que las autoridades buscan estrategias innovadoras para enfrentar la problemática, como la utilización de los modernos sistemas de limpia referidos y ¡pedirle a la ciudadanía que se trague el chicle!; “yo siempre me trago chicles y nunca me ha hecho daño” asegura, ahora sí que literalmente sin empacho, el Director de Conservación de Espacios Públicos del Distrito Federal. Una joya de humor involuntario, sobre todo por lo innovadora que resulta la táctica diseñada ¿no cree usted? Sin duda no son tiempos fáciles para el mundo en general y para nosotros en particular. No obstante, en medio de la agobiante cuesta de enero, los mexicanos seguimos dando notas que hacen reír con ese trágico sentido del humor que nos caracteriza y que posibilita las carcajadas ante situaciones que en otros sitios del planeta tendrían a todos consternados. Es nuestra manera de sobrevivir. Hemos aprendido a transformar la tragedia en una mezcla agridulce de sentimientos que, al final, ayudan a mantener la esperanza. Somos un país surrealista. El propio padre del surrealismo, André Bretón, lo aseguró, dicen los que saben. Solo una muestra de lo que sucede en enero de 2009 en este, como dirían los turistas que gustan de lo incomprensible, “México mágico”.

2 comentarios:

¡Bienvenida a esta parte de la blogósfera!

Dicen que la risa es el mejor remedio para todo. Cuando mis conocidos empiezan a hablar de la "crisis" con esas caras largas propias del tema taaaan serio, yo siempre contesto lo mismo: llevamos décadas viviendo en crisis, la crisis es nuestro estado natural. Pinche, sí, pero cierto ¿no?

¡Abrazos!

 

Oye, pues que deberíamos hacer eh? sentarnos a llorar no soluciona nada! como siempre te he dicho! hay reírnos de nosotros mismos siempre, nos hace mas llevadero el asunto jajaja!
Feliz y risueño 2009!