Amores que duelen: violencia en las relaciones de noviazgo

El 22 de julio pasado, el Instituto Mexicano de la Juventud presentó los resultados de la primera encuesta nacional sobre violencia en las relaciones de noviazgo. El estudio referido dio lugar a la publicación del documento titulado “¿Te dan tanto amor que hasta duele?” donde, por primera vez en América Latina, se brindan datos concretos en torno a este fenómeno. Según el resumen ejecutivo que la dependencia oficial dio a conocer, para realizar la investigación fueron aplicadas (en la totalidad del territorio mexicano) entrevistas dirigidas a individuos de entre quince y veinticuatro años de edad y de ambos sexos. En lo que se refiere a la violencia física (el tipo de agresión mejor identificado por lo evidente que el mismo resulta), 15% de los y las jóvenes encuestados refirieron haber sufrido un incidente de esta índole en el transcurso de la relación de noviazgo que sostenían cuando se realizó el estudio. Así, aunque parezca increíble, en ocasiones los golpes entre los miembros de una pareja se dan durante el “idilio” que viven antes de haberse siquiera casado. No es que el maltratado deba ser tolerado en el matrimonio, pero mucho menos debería ser de este modo cuando los involucrados tienen toda la vida por delante y pocos compromisos que les dificulten la ruptura de una relación. Por su parte, los episodios de violencia psicológica (que incluye el abuso emocional) ocuparon un lugar preponderante en las parejas: un 76% por ciento de los hombres y mujeres a quienes se preguntó al respecto señalaron haberla vivido. El porcentaje en este rubro se dispara dramáticamente y es que este tipo de actitudes violentas (como el control sobre la vida de la pareja y los celos desproporcionados) se han normalizado socialmente, lo que hace complicado que se les considere como expresiones de maltrato que no pueden ser pasadas por alto. La violencia sexual es un rubro al que la investigación del Instituto Mexicano de la Juventud abordó poniendo énfasis en la perspectiva de género; esto porque en una primera fase encontraron que dos terceras partes de quienes dijeron haber padecido acoso y abuso sexual en alguna época de su vida fueron mujeres. De las chicas entrevistadas y que contestaron afirmativamente a las preguntas sobre este tema, el 16.5% han sido agredidas las parejas que tenían al momento de la aplicación de la encuesta. Los conflictos al interior de la pareja son, según los varones, el “tener muchos amigos” (36%), “quedar en algo y no cumplir” (35%), “pasar más tiempo con su familia que con él” (11.8%) y “no dejarse acariciar” (11.2%); por su parte, ellas dicen sentirse disgustadas porque “quedan en algo y no lo cumplen” (47.2%), “por celos” (38.1%) y “porque fuman o toman” (28.7%). De acuerdo con el estudio, los estereotipos de género que definen los roles culturales asignados socialmente a hombres y mujeres son la base de las relaciones violentas; sobre ello se ofrecen los siguientes datos: 33.4 % de los jóvenes encuestados se mostraron convencidos de que “el hombre es infiel por naturaleza” (más alarmante resulta que del total de mujeres entrevistadas un 36.8 % lo piensa de igual manera). Para un 75.8 % de quienes contestaron a las preguntas formuladas, las mujeres están “naturalmente capacitadas para cuidar a un hijo enfermo”; mientras que el 59% considera que un buen hombre “es aquél que provee económicamente a su familia”. Entre las conclusiones a las que arribaron los encargados de este estudio, destaca que en las relaciones de noviazgo establecidas por los y las jóvenes mexicanos existen diversas formas de agresión, algunas tan sutiles que pasan desapercibidas por los propios involucrados. Muchas de las actitudes violentas que son vividas durante lo que, se supone, debiera ser el periodo más armónico y dulce de la relación amorosa entre dos personas, son de tipo psicológico y emocional. Esto hace que los amores que duelen sean vistos como relaciones “apasionadas” y no como lo que realmente son: el principio de una espiral de agresiones que seguramente derivará, más temprano que tarde, en vínculos sumamente destructivos. Dicen que “un noviazgo sin besos es como una noche sin estrellas”; disculpará usted la ironía, pero para estos jóvenes parece que el cielo del amor se está nublando.

1 comentarios:

Puuuuuuuuuuts! no pensé que los %s en esta encuesta fueran tan elevados, ¿de plano tan mal estamos?... Que miedo!
Creo que esto es falta de educación, ojala en las primarias dieran clases para poder educar a todos y que este % baje, no es posible que en estos tiempos pase de esta manera!
chu